El Taller Protegido San José Obrero continúa generando espacios de integración, formación y vínculo con la comunidad. En los últimos días, llevaron adelante dos actividades que reflejan el espíritu de este espacio de trabajo y contención.
Por un lado, recibieron la visita del grupo Misioneros de Pan de Vida, con quienes compartieron una merienda cargada de calidez, sonrisas y alegría. El encuentro les permitió comenzar a conocerse, intercambiar experiencias y fortalecer los lazos humanos. Agradecieron profundamente su compañía y el tiempo dedicado, que sin duda dejó una huella en todos los presentes.
En otra jornada, realizaron una nueva edición del taller de cocina. En esta ocasión, cocinaron utilizando verduras frescas provenientes de la huerta que cultivan con esfuerzo y dedicación, destacando así el valor del trabajo colectivo y la producción propia.
Ambas experiencias reafirmaron el compromiso del Taller Protegido San José Obrero con la inclusión, el desarrollo personal y el fortalecimiento de los vínculos comunitarios.
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